El Alocado Mundo de las Parejas: Capítulo 13

Hoy quería hablaros de mis experiencias con las relaciones de pareja.

Ay señor. Por donde empiezo?

Voy a intentar abrirme en canal y contaros todo tal y como lo he sentido y lo siento… Está bien porque puede que me sirva como catarsis.

La gente ubica sus experiencias vitales por el año, por el colegio, el curso, o la actividad extraescolar que practicaban en aquel momento.

Jaaaaaa en mi caso las ubico por los novios.

«si, en aquella época estaba yo con Pepito»

Pues así.

Creo que el primer «novio» que recuerdo eran pepe y Carlos en la guardería, dos hermanos gemelos con los que no sé si llegué a hablar alguna vez. (eran iguales, si me gustaba uno me tenían que gustar los dos)

Luego vino Fernando en el cole. La. Que fue mi relación más larga hasta el año pasado. Que duró desde preescolar hasta segundo de primaria que me dejó por mi nueva mejor amiga Francesa. Fueron cuatro años en total, creo, y recuerdo que nos cogíamos la manita en las clases oscuras viendo películas. Esa era toda la magia de aquella relación con seis años.

Luego vino Elías, que era amigo de la playa, con el que tampoco hice nada más que cogerme de la mano en la piscina con unos 10 años. Y que resultó declararse gay 5 años más tarde. El maldito era guapísimo.

Luego vino Manolito, vecino de mi amiga Laura, con unos 13 años, al que le di mi primer beso, que resultó ser también gay.

Luego vino Toni, con el que estuve seis meses y lo dejé porque «seis meses son muchos para tener 13 años»

Luego vinieron algunos que no quiero recordar por fugaces o lamentables.

Luego vino Richi, que en paz descanse, que fue el gran amor de mi adolescencia, con 14 y 15 años, él tenía 16 y era el chico perfecto. Aquello fue precioso pero no duró ni un año.

Luego vino Darío, con el que estuve año y medio y fue hasta entonces la relación más seria.

Después empecé con Ireneo, con el que estuve también aproximadamente un año y del que luego me quedaría enganchadísima varios años a escondidas.

Luego vinieron algunos garbeos con Richi, y luego Paulino. Con quien estuve 2 años y fue una relación tóxica y terrible. De ahí salí muy escaldada y no fui muy capaz de volver a comprometerme seriamente con nadie.

Lueg vino Jaco, luego Edu, luego Klimo, luego Chemi, con el que estuve 1 año y medio y con el que conviví 6 meses.

Luego vino Guille, con el que viví aproximadamente un año y con el que estuve más o menos 2 y medio/3. Con un parón en medio de 6 meses en que estuve con Toñe.

Después vino Alex, «acoseitor» para los amigos. Relación que fue y vino, vino y fue, y que fue sin duda la peor de todas las relaciones. La peor.

La más fuckin peor de todas las relaciones imaginables.

Un horror.

Esta relación marcó un punto de inflexión.

Hoy en día llevo casi dos años con mi actual pareja, de la que me he enamorado perdidamente, con la que por fin he conseguido comprometerme después de unos 10 años más o menos, y no estar buscando algo más. Una persona maravillosa que ha traído luz a todos los rincones de mi vida.

No puedo poner la mano en el fuego de que esta relación no se acabará, pero si puedo asegurar que esto es distinto a todo lo demás.

Voy a intentar irme al génesis.

Siempre he pensado que lo mío era solo una dependencia emocional y ya. Miedo a estar sola.

Pero con toda esta búsqueda que estoy haciendo, me he dado cuenta de una cosa: Mis hermanas y yo nos llevamos 18 años de diferencia, yo soy la pequeña. Mis padres se llevaban a matar, de hecho se divorciaron cuando yo cumplí 17 años. Y mis hermanas estaban con sus parejas desde antes de que yo naciera.

Siempre me sentí muy rechazada en mi familia. Todo lo que he escuchado siempre ha sido: «vaga, egoísta, despistada, torpe, que no soy normal, inmadura, irresponsable, desastre…» y podría seguir así una lista enorme.

La cuestión es que yo creo que  esto me hacía querer cuadrar con ellos lo máximo posible. En las reuniones familiares siempre éramos impares, todo el mundo tenia alguien de su edad y yo estaba sola, con 20 años menos, y sintiéndome fatal. Así que creo que me echaba novietes para reafirmar mi «yo tambien soy mayor, yo tambien tengo alguien» Aunque obviamente hasta los 16 años no vino nadie a las comidas familiares. Yo sentía que así cuadraba más.

La verdad es que toda la vida he intentado cambiar de forma para parecerme a ellos, para ser más «lo que ellos esperaban de mi» y eso me frustraba muchísimo. Porque cualquier cosa que yo dijera estaba mal, cualquier cosa que hiciera estaba mal, así que opté por dejar de hablar (yo, que no paro de charlar siempre) en las comidas familiares me volví un fantasma con miedo a decir algo, porque todo lo que diga podía ser utilizado en mi contra.

Mi madre siempre dice que soy muy exagerada. Me imagino que cuando eres un adulto y sabes diferenciar, lo mío no era para tanto, pero un niño nunca sabe cómo tomarse las cosas, menos aun cuando le llegan de personas con 18 años más, que considera que la quieren.

Y ahora al ver que los TDAH somos más sensibles de lo normal, y que en general estamos muy irascibles por la montaña de frustración, pues todo tiene más sentido aun.

Así que creo que esa fue la razón por la que pasé por tantas parejas.

Luego creo que hay otra razón para cambiar tan rápido cuando he sido mayor.

Para mi el tiempo es soberanamente relativo. Hace tres meses puede hacer dos dias en mi cabeza, o dos vidas. Normalmente cuando lo dejo con un chico, tres meses después, me parece que hace un año que lo dejamos. Es como si el tiempo fuera a otra velocidad.

Así que a lo mejor mis duelos eran de un mes y medio, y claro, un mes y medio después (3 meses en total) yo estaba recuperadísima y con ganas de conocer a gente nueva.

Espero que eso mejore con la medicación porque a veces me hacen encargos y no soy consciente del tiempo que ha pasado desde que me lo hicieron a hoy.

Siempre me ha hecho gracia que me dijeran » Tienes que probar a estar sola un tiempo» La gente que te dice eso no ha estado sola en su vida. Yo me cambié de colegio 3 veces, no tengo amigos de la infancia, y al venirme a la universidad, cambié de ciudad. Además de los problemas gordos para hacer amigos y mantener las relaciones que tengo en general. A los 18 Me vine a Madrid, una ciudad en la que no conocía a nadie, literalmente. Sin una familia calurosa que me apoyase emocionalmente, con mis padres recién divorciados y con sus pajas mentales. Con una madre de la que me sentía responsable, porque sentía que era culpa mía que estuviera sola, así que cero apoyos.

Cuando le decís a alguien (digo decís porque a mi jamas se me ocurriría proponerle a alguien que estuviera solo un tiempo) no tenéis ni idea de cuán sola puede estar esa persona. La soledad, cuando es completa, cuando es soledad en amigos, en familia, en apoyo, en todo… «decidir» estar solo es: no tener a nadie a quien contarle que tal te ha ido el dia, o si te han ascendido en el trabajo o si te has caído en la calle al bajar al metro.

Es triste y nunca sabemos qué hay detrás de alguien que engancha una relación con otra. Sed cuidadosos.

Así que cuando hago un poco de remember, me veo saliendo con gente que me caía bien y podrían haber sido amigos, con los que tuve relaciones vacías de mera amistad y que perdí al dejarlos. Gente que no me aportaba nada en el plano emocional. Sólo la sensación de tener a alguien a quien le podía contar mis cosas, con quien ir al cine o tomar una cerveza.

Mi padre se casó con alguien y nos ha traído problemas en las relaciones de familia, y a raíz de eso la relación con mi madre y hermanas mejoró ligeramente. Ahora con mi madre está todo más estable y algunas veces hablo con mis hermanas por whatsapp.

Las relaciones en su raíz fueron bastante mal, porque una relación que no se basa en nada más que en tener a alguien con quien echar el rato, supone que en el momento que esa persona te provoca más malestar que bienestar (como en todas las relaciones a veces) sencillamente te vas.

Si esa persona empezaba a decirme cosas malas de mi, huía. Si esa persona empezaba a ser un desastre como pareja, huía. Nunca le daba la opción a las cosas a solucionarse. Simplemente enlazaba uno con otro, hasta que con Acoseitor hizo que me plantase y dijera «no puedo seguir así»

La convivencia de base no me ha ido mal, dentro de mi desastre he aprendido a controlarme bastante y no es tan terrible. Casi siempre dejaba yo todas mis relaciones por aburrimiento o porque no quería más dramas de los que ya llevaba yo por dentro.. (no quiero mas draaaamas en mi viiiidaaaa solo comediaaaaas entreteniiidaaaas)

El aburrimiento era un factor clave. Todo el mundo me aburría desde el día 2.

El primer dia divertido, el segundo me aburren, como todo en esta vida, que me aburre profundamente cuando se calman las aguas.

Me di cuenta de que yo estaba siendo mi peor enemiga. Y decidí no volver a salir con nadie hasta que realmente me enamorara con el alma y me arreglara el corazón.

Mi chico (Alvaro) llegó en un momento en el que solo pretendía pasarlo bien y conocer gente por ocio, sin pretensiones. Me sentía realmente bien estando sola (ahora si) tenía un par de amigas y bastantes conocidos que me ocupaban el tiempo, asi que no necesitaba nadie que me acompañase a los bares.

Pronto descubrí que era una persona excepcional, y empecé a sentir cosas que antes de él no había sentido. Admiración, ganas, intriga.. me descubría escuchándolo ojiplática mientras él me hablaba de sus cosas, ya no quería hablar yo, ya no queria ser yo la beneficiaria de esa relación. Quería que él estuviera bien, Quería portarme bien con él, quería darle todo lo bueno que había en mi, quería ser mejor para él, quería escuchar todas sus historias, quería cuidarlo tanto como quería que él me cuidase a mi. No queria que me diera nada que él no recibiera de mi. Quería sumergirme en él y viajar por todo lo que él era.

Han pasado casi dos años de aquello y en este tiempo sólo ha hecho mejorar. Hemos cuadrado nuestras personalidades (completamente opuestas) en un punto en el que nos entendemos a la perfección y no chocamos casi nunca. Me apasiona él y todas sus escalas interiores. Es como si dentro de él hubiera muchísimas personas y muchísimas personalidades, y me vuelve loca descubrir un poco de él cada día. Me mantiene siempre alerta pero dejándome disfrutar de todo, de un modo tranquilo y sosegado.

Él es una persona extraordinariamente tranquila, que me traslada a mi su calma y a él le gusta mi nerviosismo, nos complementamos mucho. Ha sido la primera persona que ha hecho una escucha real y activa de las cosas que le contaba. De hecho fue gracias a él que descubrí qué es lo que me pasa.

Siento que esta es la época más feliz de mi vida (y fijaos que él esta fatal en el curro y yo con todo este fregao encima) me siento parte de algo, siento que tengo una familia, somos dos con nuestros dos perros y nuestro periquito(jeje) su familia se ha convertido en mía, y me siento super querida y aceptada tal y como soy, me siento realmente bien cuando estoy con ellos. De repente todo está bien.

Así que no os desespereis, un día hice la cuenta de cuantos chicos (serios) habían pasado por mi vida antes de alvaro, y eran 17. 17 chicos a los que les dediqué tiempo y energía.

Así que si estas leyendo esto y crees que no hay nadie para ti, si, lo hay, igual tienes que probar un poco antes de que llegue y darte muchas oportunidades. No funcionamos como los demás.

Deja un comentario